Hasta hace unos años, uno quedaba con un amigo en un sitio concreto, sino aparecía llamaba a casa de sus padres para ver si había salido y cuanto tiempo hacía de esto para calcular si estaba llegando ya, después aparecieron los móviles para llamar y preguntar ¿por dónde andas?, luego fueron los SMS o las aplicaciones tipo WhatsApp que han conseguido reducir el coste, ahora la geolocalización sobre la tarifa de datos que ya tengamos nos dice en un mapa por donde va nuestro amigo e incluso podemos ir en su búsqueda.
Encontrar en todo momento a los amigos, conocidos o incluso a la pareja ya no es un problema, la geolocalización ha venido para quedarse y la cartografía virtual ya no es un problema. Unos 500 millones de usuarios en el mundo ya son usuarios de este tipo de servicios.
Entramos en una nueva etapa en la que la tecnología entra de lleno en nuestras vidas, la geolocalización personal. El desconocimiento nos va a llevar a situaciones nuevas donde estaremos localizados sin necesidad o en situaciones donde queramos o no si no sabemos utilizarla. Se abre un espectacular campo para los temas comerciales, la película Minority Report ya nos dio un avance de lo que puede ser la publicidad por aproximación y la detección de la presencia.
Habrás dos tipos de perfiles, las que usen la geolocalización conscientemente y aquellas que no sepan que están siendo geolocalizadas, la adopción de tecnología sin conocimiento puede llevar a ciertos riesgos como ya ha pasado con las redes sociales, donde algún ladrón adicto al Facebook fue detenido por dejarle sus claves metidas en un ordenador de una casa robada o donde una chica puso su cumpleaños en formato público y se le apuntaron más de 10.00 personas, por supuesto tuvo que desconvocarlo.
Foursquare, Badoo, Layar, Google Latitude, Amigos de Appel o el propio Linkedin, Facebook o Twitter, son ejemplos de esta nueva tendencia de: ¿Dónde estamos, donde estáis?
El uso puede ser de variado: de muchos a uno, como el caso del transporte donde un usuario puede ver cuándo va a llegar el autobús, de uno a muchos si queremos utilizar la información, por ejemplo, con fines comerciales, de uno a uno si queremos localizar por ejemplo a nuestros hijos, vehículo o incluso al perro o de muchos a muchos para grupos de amigos.
Algunas utilidades cuyo fin es inequívoco, como “Buscar mi Iphone/Ipad/Imac” ya es usada por muchos para localizar al “partener” sin que lo sepa, más que al propio dispositivo si se pierde.
Otras utilidades como puede ser las relacionadas con las personas mayores ya se lleva utilizando mucho tiempo, sin embargo la clave está en que no se necesiten dispositivos al uso sino que sean los propios terminales móviles o Smartphone los que cumplan con esta función.
Cualquier tecnología que lleve implícito este sistema debe permitir desactivar dicha opción dentro del ámbito de las libertades a las que solemos estar habituados, el inconveniente viene cuando las opciones por defecto que ponen las aplicaciones son demasiado alegres y el usuario no es consciente, hay que restringir hasta el punto en el que uno se encuentre cómodo.
Las futuras aplicaciones de este sistema de localización ya vendrán, el lanzamiento de satélites para este fin no para, por delante retos como por ejemplo el del tráfico que ya se está abordando y es que lo mejor está por llegar.