En estos tiempos donde nuestros cocineros son un referente a nivel internacional no me resisto a plasmar en estas líneas un paralelismo entre la economía y la cocina, usando el término difundido por Arzak como “desconstrucción” para explicar de manera gráfica como se puede hacer las cosas de otra forma más imaginativa en nuestra querida y enferma economía, sin renunciar a nuestra cultura, materia prima o ingredientes básicos.
Otros prefieren poner el símil de la librería que debemos volcar para que caiga los libros y volvamos a ordenarlos de nuevo, lo que está claro es que éxitos pasados no asegurarán éxitos futuros, y que hoy más que nunca, nos vemos obligados a replantearnos muchas cosas para salir de donde estamos.
El caso es que es el momento de deconstruir la economía pública, privada o social y hacer las cosas de otra forma con los mismos ingredientes, los valores intrínsecos a nuestra cultura son difíciles de cambiar, sólo debemos hacer una cosa, potenciar los positivos, “Zapatero (últimamente en horas bajas y dicen que al hombre se mide cejas arriba) a tus zapatos o al pan, pan y al vino, vino”, ¿nos hemos olvidado de la hostelería buscando nuevos nichos?¿hemos tocado techo?. Seguramente se trata de ser honestos, sensatos como dice Leopoldo Abadía en su último libro, honrados o simplemente éticos con uno mismo y consensuar con los demás los motivos que nos han llevado hasta aquí, del orden seguramente saldrá la organización y las alegrías que tanta falta nos hacen. Comida que mucho hierve sabor pierde.
Quizás se trate de acentuar el criterio de responsabilidad social entendido como la responsabilidad que tenemos todos y que abarca a todos los sectores: público, privado, económico, empresarial, financiero, educativo, doméstico,… siendo el país del pelotazo sólo espero que este año ganemos el mundial. A borracho o mujeriego no le des a guardar el dinero.
En el caso concreto de las personas que están trabajando ¿son conscientes que hay más de 4 millones esperando una oportunidad como la que ahora estás disfrutando? ¿Están haciendo lo que deben hacer? Seguro que en muchos casos si, en otros no tanto, se trata de realizar un análisis autocrítico que adelante la solución a problemas actuales evitando mayores o que otros tomen la solución por nosotros, siempre peor que la que nosotros tomaríamos. A buena hambre no hay pan malo.
¿Es justo que nos tengamos que apretar el cinturón no siendo causantes algunos de esta situación? ¿Dónde están las responsabilidades? Cucharón grande para quitar el hambre.
Todos los estudios nos llevan a la conclusión de que lo que ha fallado es la educación de jóvenes y por qué no también la de los adultos. La zanahoria de la Educación debe ser puesta de nuevo en valor y no hacer más experimentos que lo único que consiguen es retroceder en la situación obtenida hasta la fecha, la educación no es gaseosa. Comamos manzana (educación) todo el año y la enfermedad sufrirá un desengaño.
Vamos tarde en las decisiones y el tiempo es oro, la crisis parece que ha venido para quedarse por un tiempo y nos va a costar quitárnosla de encima sino somos capaces de hacer las mismas cosas de otra forma con ingenio, creatividad, innovación o similar.
Seguramente se trate de hacer las cosas con excelencia sin tratar este termino con banalidad, quizás se trate también de valorar todo lo que tenemos y no vivir de castillos en el aire
Hay que despertar el sentimiento de orgullo de pertenencia y promover la sana competencia entre las Universidades, ¿Por qué no un ranking público al igual que sucede con las escuelas de negocio privadas?, ¿Nos da miedo romper con la equidad e igualdad de la educación geográfica en el sistema?
Todavía sigue siendo una asignatura pendiente la aplicación de la investigación de la Universidad a la empresa, quizás porque a unos les puede la soberbia intelectual y a otro los resultados económicos o la falta de tiempo. A pan duro diente agudo.
Viendo que las cosas nos se solucionan al ritmo esperado habrá que preguntarse ¿Qué puedo hacer yo?, quizás se trate de predicar con el ejemplo, sin tantas lamentaciones, dirigiendo nuestro esfuerzo en el sentido correcto.
Elevar los ejemplos a seguir es una responsabilidad de los medios de comunicación, las noticias se eligen y a veces no de manera muy ejemplarizante, ¿solo se nos ocurren los deportistas como ejemplo?, estoy seguro que tenemos muchos más en el sector público, privado y empresarial.
Se acabo la hora de dame pan y llámame tonto, es hora de meterse en la cocina, de no marear la perdiz, de coger la sartén por el mango, de elaborar nuevas recetas, de coger el ave que no vuela a la cazuela y como dicen por ahí ¡Cuidado!, la casa se arruina por la cocina ya que hambres largas no deparan en salsas., a nadie le amarga un dulce, por esto busquemos la recuperación entre todos pero sin fastidiar la prójimo deconstruyendo lo que haga falta.