Ya hace 10 años o incluso más, alguien me comentó que se estaba estudiando, en el ámbito de la formación profesional, la posibilidad de convalidar el ejercicio o experiencia en una actividad profesional de manera oficial, así como el desarrollo de distintas familias que acogieran las profesiones que de una u otra manera fueran representativas de las distintas áreas de actividad económica. Mucho ha llovido y se ha estudiado desde entonces hasta que ahora ya es una realidad.
Ese proyecto futuro ya llegó después de todos esos años y parece que ha venido para quedarse, sin embargo a día de hoy tiene sus lagunas.
El Sistema actual, ya desarrollado, aboga por mejorar el empleo favoreciendo la generación de empleo con calidad, aumentando cuantitativamente el número de puestos de trabajo, optando por formar y cualificar a los profesionales para desempeñar su trabajo y contribuyendo a que aflore el empleo sumergido que actualmente viene dándose en distintos sectores.
Debido a que el Servicio Público de Empleo Estatal delegó sus competencias en materia de empleo y formación a las distintas comunidades autónomas, se pretende conseguir una FP más versátil, más flexible y más ligada al mercado de trabajo.
Las normas aprobadas para conseguir estos objetivos son:
- La introducción de los Certificados de Profesionalidad, que reforzarán el reconocimiento de estas acciones formativas con la posibilidad de su convalidación por módulos de FP reglada.
- La otra novedad destacada es la delReal Decreto 1224/2009, de 17 de Julio, dereconocimiento de las competencias profesionales adquiridas por experiencia profesional, que tiene como objeto establecer el procedimiento y los requisitos para la evaluación y acreditación de las competencias profesionales adquiridas por las personas a través de la experiencia laboral o de vías no formales de formación, así como los efectos de esa evaluación de competencias.
En la actualidad, una de las grandes debilidades que presenta la implantación y desarrollo de los nuevos certificados, es la carencia de Centro Homologados para dar respuesta a la acciones formativas de modalidad presencial, ya que se los requisitos funcionales de Espacio, Instalaciones y Equipamiento son mucho más exigentes y costosos.
La Teoría es una cosa y la práctica otra, los centros tienen dificultades para cumplir todos los requisitos exigidos en cuanto a infraestructuras, ya que se requieren mayores espacios y un equipamiento más especializado, con el objetivo de que alumno tenga un aprendizaje mucha más significativo, eminentemente práctico Por ejemplo, para curso de Atención Sociosanitaria de Personas en el Domicilio para 15 alumnos se requieren tres Aulas/taller. Un aula polivalente de 30 metros, un aula taller sociosanitaria de 60 metros a y un taller de apoyo domiciliario de 40 metros altamente equipado. (Cocina, camas, material sanitario, ayudas técnicas, electrodomésticos,…)
Exigiéndose también más materiales para el segundo curso que para el primero.
Tampoco se libran los potenciales alumnos o personas que quieran acreditar su experiencia profesional, ya que no tienen claros los requisitos necesarios, y si el título que van a recibir, lo emite una entidad pública o privada, existe mucha desinformación oficial ya que el modelo todavía no se ha desarrollado completamente teniendo lagunas fundamentales.
Por ejemplo, nos encontramos actualmente con qué el registro de centros a nivel estatal no está desarrollado y las Comunidades Autónomas van a distintas velocidades interpretando los criterios de homologación y dificultando la homogeneidad del sistema, los comienzos nunca fueron fáciles, en este caso menos.
Añadir, que las cualificaciones del profesorado en áreas específicas no tienen la suficiente masa crítica como para poner en marcha un sistema tan ambicioso, es decir, faltan profesionales pero debemos interpretarlo como un nuevo yacimiento de empleo.
Llama mucho la atención la rigidez metodológica con la que se han diseñado los certificados, teniendo en cuenta que actualmente conviven muchas metodologías que se adaptan al posible alumno, en este caso de impone, de manera categórica, una única metodología presencial y un porcentaje de horas a distancia.
Por tanto mucho ha llovido, queda mucho por llover, pero sobre todo y fundamental, la regulación existente es muy teórica faltando la parte práctica que seguro nos llevará de vuelta a modificar una teoría tan rigurosa, incompleta e inflexible.
Más información: http://www.adams.es/site/certificados-profesionalidad/index.html